Ayer estuvimos en la Delegación de Misiones y OMP con Juan Andrés Fernández Gil, que en unos días partirá para Santiago de Cuba, con los Hermanos de La Salle, para vivir una experiencia misionera durante un año (de momento dice).
Este navarro, profesor de religión jubilado, tiene bastante experiencia como voluntario misionero, ya que ha estado compartiendo fe y vida en Bolivia, entre los años 2000 a 2019, durante los meses de verano.
En principio se incorpora a un nuevo proyecto donde trabajará con niños de la calle en zonas pobres de Santiago de Cuba, que conjugará con la labor de ministro de la Palabra, por un lado, junto con la tarea de visitar a enfermos de los poblados cercanos.
Juan Andrés nos ha trasmitido una gran ilusión ante esta nueva etapa de su vida. Por nuestra parte, una vez más, nos sentimos deudores de su compromiso, y le hemos dado las “llaves” de nuestra casa y de nuestros corazones misioneros.
Que María, Reina de las Misiones, proteja caca paso de este nuevo misionero, y llene de esperanza su corazón y el de todos aquellos que compartan camino con él.