“¡Qué
bonito día nos ha regalado el Señor!” Así comenzó su homilía D. Francisco
Pérez, Arzobispo de Pamplona y Tudela, bajo un sol espléndido y un cielo azul que
vio pasar por Javier a 24.600 peregrinos. La eucaristía ante una plaza
abarrotada daba fe de ello.
El
esfuerzo de organización de un evento como este es más que satisfactorio cuando
ves a los peregrinos disfrutar de un día de fiesta compartida. Fe, misión,
celebración sacramental, y el sacrificio de haber caminado tantos kilómetros
hasta la “casa” del Patrono de las Misiones recompensado por una primavera anticipada.
Ojala
que estas Javieradas, enmarcadas este año por el Mes Misionero Extraordinario,
sean una hermosa metáfora de una primavera misionera llena de frutos y vocaciones.
Los
medios, este año, han dado bastante eco de las cifras de participación que han
sido muy numerosas durante las dos Javieradas. Si estas noticias llegan a manos
de nuestros misioneros, por cualquier medio, que sepan que ellos son el “alma
mater” de esta “movida misionera” que promueve la misma diócesis que un día los
envió a tierras de misión.
Nos
sentimos en común-unión con todas las Delegaciones de Misiones y OMPs en todo
lo que hacemos y agradecemos la labor de tantos y tantos que hacen posible la
Misión en todos los ámbitos, incluso el digital. ¡Que no hubiera hecho San
Francisco Javier navegando el 6º continente!
No
podemos evitar soñar después de unas peregrinaciones como estas…
¡Gracias
San Francisco Javier, Patrono de las Misiones!