"Este era el tríptico que formaba la aureola del “misionero”. Creemos que está bien
merecida la valoración positiva de quienes dejan su tierra, su cultura, su
ambiente, sus familiares y amigos para anunciar el Evangelio en otros pueblos y
culturas, con la disposición de hacerlo por toda la vida. Es importante. Pero,
sinceramente, ¿no sería conveniente relativizar las tres referencias
mencionadas? Aferrarse a ellas, ¿no supondría confundir lo secundario con lo
esencial de la Misión-Evangelización?
“Ad
gentes”
(ir a los “gentiles”, aquellos que no han oído hablar de Jesucristo). Hoy, el “ad gentes”, ha pasado a ser un “inter
gentes”, ya que los “gentiles” están en todos los lugares de la tierra, en
medio de nuestras familias y… en nuestra propia vida. (…)
“Ad
extra”
(salir fuera de las propias fronteras). ¡Todos experimentamos hasta qué
extremos se ha modificado el mapamundi y se han reducido las distancias! Es
verdad que dejar atrás la propia tierra y llegar a otros lugares del mundo,
siempre constituye un especial desafío; es como una invitación a reeducar la
mirada y a nacer de nuevo. Pero, la Misión no es cuestión de lugares sino de
actitudes. Se puede dar el caso de gente que “sale” y, sin embargo, continúa
viviendo de nostalgias, usos y costumbres propias de su lugar de origen.
“Ad
vitan”
(durante toda la vida). Si aceptamos el modelo de Iglesia-Pueblo de Dios, y
creemos sinceramente que todo bautizado es discípulo-misionero, el “ad vitam”
se aplica a todo cristiano. ¡Eso es para toda la vida! En cambio, los modos y
lugares de ejercer la condición de “discípulos misioneros”, siempre será
cuestión secundaria; dependerá de la decisión que cada persona tome, o de la
organización y de los reglamentos que cada grupo adopte, una vez que tengan la aprobación de quien corresponda en la
Iglesia. ¿De qué sirve están inscritos “ad vitam” en una institución misionera,
si lo que se vive es rutina continuada, sin inquietud, sin horizontes, sin
nuevos impulsos?
“La figura y el pensamiento del Papa Francisco, una interpelación misionera”, de D. Fausto Franco y D. Antonio González-M, sacerdotes diocesanos del IEME, con motivo del 29 Simposio de Misionología en la Facultad de Teología de Burgos durante el mes de marzo de 2019, cuyo contexto era la Celebración del Mes Misionero Extraordinario, convocado por el Papa Francisco.
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Por cierto, esta reflexión no es ajena a la cuestión sobre las evangelización en redes sociales.