OMPRESS-ORENSE (29-04-21)
El Papa Francisco ha concedido a la que ha sido durante 45 años secretaria de la Delegación de Misiones de Orense, Josefa Ledo, la Medalla Pro Ecclesia et Pontifice, la mayor distinción de la Iglesia a una persona laica, por toda una vida de servicio, en gran parte oculto, a la misión y a los misioneros.
El sábado 8 de mayo, a las 12:30, tendrá lugar en el Seminario Mayor de Orense la imposición de la medalla, un acto en el que intervendrán Mons. Francisco Pérez González, Arzobispo de Pamplona y Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación con las Iglesias, Mons. Leonardo Lemos Montanet, Obispo de Orense, y Mons. Francisco J. Prieto Fernández, Obispo auxiliar de Santiago de Compostela, vinculado a la Delegación de Misiones de Orense de la que fue coordinador como Vicario para la Nueva Evangelización hasta el pasado mes de abril. Además, estarán presentes el actual Delegado episcopal de Misiones y sus predecesores, los trabajadores y voluntarios de la delegación, la familia de Josefa y otros compañeros y amigos. No podrá estar presente, por motivos de agenda, el director nacional de las Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, quien se adhiere de manera especial, al ser gran promotor de la solicitud de este reconocimiento.
Josefa Ledo López ha sido durante casi medio siglo el alma de la animación misionera en la diócesis de Orense, apreciada por todos los que la conocen por su alegría, su dedicación y su capacidad de trabajo. Nacida en Santa Eufemia de Ambía, en 1955, y tras algunos años de su infancia en Alemania, adonde se desplazó su familia, por trabajo como tantas otras familias gallegas, ingresa en el colegio Divina Pastora, Franciscanas, de la ciudad de Ourense, donde nace en ella su ilusión por las misiones. Entró a formar parte de la CMDE, la Comunidad Misionera de Estudiantes, impulsada por el entonces Delegado de Misiones, don Aurelio Grande, un hombre que marcó un hito en el servicio a la misión en la diócesis gallega. Después le ofreció a Josefa el trabajar como secretaria de la delegación y de la dirección de las Obras Misionales Pontificias. En este ambiente de formación humana, espiritual y misionera de la CMDE, conoció al que sería su esposo. Su labor durante todos estos años en la delegación ha sido un sucederse de campañas misioneras, visitas a escuelas y pueblos, convocatorias de muchos actos y días del misionero orensano y, también, de festivales de la canción misionera, de elaborar cuentas e informes… Con la jubilación de Don Aurelio, fue Josefa la que asumió el peso de la delegación. Lo cierto es que durante 45 años ha sido “el rostro de Misiones” en Orense.
Cuando en 2016 tuvo lugar el terremoto de Ecuador, se celebró en la capital orensana una gala benéfica, “Todos somos Ecuador”, en el Teatro Principal. Hubo intervenciones de todo tipo, de personalidades de la sociedad gallega, apoyando a la población local de las zonas afectadas y a los misioneros orensanos que allí estaban. Todo el mundo que estuvo allí recuerda el gran aplauso que recibió Josefa que, al fin y al cabo, en la sombra, como tantas veces y como en tantas campañas e iniciativas, fue la organizadora y el motor de aquella gala. El próximo 8 de mayo la “gala” será en su honor, por una vida dedicada a la misión y a los misioneros.
Querida Josefa, un abrazo de esos que duelen de tus compañeros navarricos!!!!