Ángel Olaran, en “Supergesto”
A Ángel Olaran se le conoce en Etiopía
como Abba Malaku, "Mi Ángel". Natural de Hernani (Guipúzcoa), ha
consagrado su vida a un único objetivo: lograr que los más pobres, los que no
tienen voz, sean la voz de la Iglesia. Con ese propósito lleva 40 años en
África, los últimos 23 en Wukro, al norte de Etiopía, un país marcado por el
dolor de la guerra, el hambre, la enfermedad... Este vasco curtido en servir a
los demás afirma con rotundidad que “si Jesús sigue siendo necesario, lo sigue
siendo el misionero” y que “si el Evangelio es una Palabra de paz, unidad,
armonía, servicio, amor, perdón, reconciliación... el misionero sigue siendo
necesario”. Por este motivo, se afana día tras día en un sueño: "Que se
consiga la seguridad alimentaria. Que todos tengan acceso a la salud y la
educación. Que la bendición de la convivencia entre miembros de diferentes
religiones sea un vínculo para crecer en unidad en la diversidad. Que la
memoria histórica del mundo de los grandes poderes reconozca el daño que ha hecho, y se hace, a estas
sociedades abusadas. Que los emigrantes tengan las fronteras abiertas como las
tiene la riqueza que generan los productos expoliados a la Madre Tierra en
África. Que el mundo empoderado deje de comprar, con miles de millones de
euros, a políticos de este continente, tan corruptos como ellos… Que no haya
mercado para esas armas que crean muerte y destrucción en África, y favorecen
la economía europea...”. Todo ello, “al alcance de la humanidad, si los que
controlan el mundo lo quieren", según dice.
La revista destaca también la
celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016, donde
el papa Francisco se reunirá nuevamente con los jóvenes para pedirles que se
conviertan en apóstoles de la misericordia; y la visita del Santo Padre,
durante esos días, al campo de concentración de Auschwitz, algo que ya hicieron
sus predecesores: Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En “Firmas invitadas”, Nicolás María Palacios
Cabero, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), habla
a los jóvenes de la labor que realiza esta asociación que gestiona cada año 152
millones de kilos de comida que evitan que 1,5 millones de personas pasen
hambre en nuestro país; una labor que fue reconocida, en 2012, con el Premio
Príncipe de Asturias de la Concordia.
Supergesto incluye, además,
una entrevista con Antonio Espinosa de los Monteros, joven enamorado de la misión que ha viajado a
Burkina Faso; el testimonio de los chicos y chicas del grupo BoanoiTe, de A
Coruña, que han brindado su apoyo a inmigrantes subsaharianos en Marruecos; y
una aproximación al voluntariado internacional que promueve PROYDE, la
“macro-red” de solidaridad de los Colegios de La Salle, que permite que cientos
de alumnos vivan experiencias misioneras en Madagascar, Perú, India, Bolivia,
Argentina, Costa de Marfil, Etiopía, Paraguay, Tailandia…
Un amplio recorrido por Somalia y un
reportaje sobre Wikipedia, que ha cumplido 25 años, con una aportación inmensa
al conocimiento, forman parte también del contenido de la revista, junto con
secciones habituales como el relato, el cine, los libros o los juegos.