La oración es una forma privilegiada
de evangelización; es más, no hay verdadera evangelización si no es desde la
oración. Sin la oración el anuncio misionero se convertiría en un proselitismo
sin alma, en el anuncio de una idea, pero no en la comunicación del Evangelio
que es vida. La oración nos hace testigos de lo que anunciamos. La experiencia
de Dios que vivimos en el encuentro íntimo con Él nos capacita para ser sus
testigos en la Iglesia y en el mundo.
Os invitamos a dar gracias a Dios por
el don de la vida contemplativa, que nos
recuerda a todos que hemos de vivir en lo esencial, en Dios autor y meta de
nuestra vida y salvación.
En el siguiente enlace tenéis el
material para la “Jornada Pro Orantibus” que se celebra el domingo, 15 de junio,
Solemnidad de la Santísima Trinidad.
(Si quieres leer el artículo completo de + Ginés García
Beltrán, Obispo de Guadix, pincha aquí)