Ayer, 3 de diciembre, se celebró en la basílica de Javier, en Navarra, la Fiesta de San Francisco Javier, Patrono de las Misiones y de Navarra. La celebración comenzó a las 12:00h. como estaba previsto.
La misa, organizada por el equipo de la Delegación de Misiones y Obras Misionales Pontificias, en coordinación con los Jesuitas de Javier, estuvo animada por D. Oscar Azcona, Delegado Episcopal de Misiones y Director de OMP en Navarra.
Presidió D. Celestino Aos, misionero navarro capuchino recién nombrado Cardenal por el Papa Francisco. Concelebraron D. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, junto a su Obispo auxiliar; el superior de los Jesuitas de Javier y representantes del seminario misionero Redemptoris Mater. Participaron numerosos misioneros y fieles que se acercaron a celebrar la fiesta del Patrono de las Misiones.
Durante la homilía se nos recordó que la fe es un regalo que nos ha sido dado, para ser entregado con la misma gratuidad con la que lo hemos recibido. Don Celestino Aos nos recordó su proceso vocacional y como, poniéndose siempre en manos de Dios, éste le fue llevando por caminos que no siempre esperaba. Ser fiel a Dios, como fue san Francisco Javier, es la clave que le ofreció a todos los asistentes, para vivir una vida plena desde la fe.
Durante la celebración se hizo una mención especial a la Escuela de Misionología de Madrid, que todos los años participa en esta celebración en la que se imponen los crucifijos a los misioneros que serán enviados durante el curso, y que debido a la situación de pandemia este año no se ha podido hacer.
La fiesta, que fue más austera de lo que es tradicional: sin el envío misionero y el concierto coral al terminar la celebración, por el día del Patrono Navarra, no deslució en intensidad y presencia misionera, ya que en navarra hay una tradición muy fuerte hacia San Francisco Javier.
Al terminar la celebración numerosos misioneros y asistentes saludaron al Cardenal, los Obispos, y el Delegado de Misiones, con muestras de cariño.
Desde Javier, un año más -a pesar de las circunstancias- hemos vivido esta gran fiesta misionera en comunión con los misioneros españoles, Obras Misionales pontificias, las Delegaciones de misiones y OMPs diocesanas, junto a tantos voluntarios que nos ayudan en nuestras labores de evangelización.
¡Que san Francisco Javier, Patrono de las Misiones, proteja a cada misionero y misionera; y haga fecunda nuestra labor de animación para que surjan nuevas vocaciones que cojan el relevo misionero!