"La mayor parte de la población de Luena vive sin acceso al agua potable. A causa del Covid los alimentos básicos han duplicado su precio y las familias no pueden alimentarse, el desempleo es altísimo y la situación se está volviendo dramática.
A lo largo de estos años, con el apoyo que envía OMP, la Iglesia ha construido muchos pozos de agua que ahora permiten llevar agua a diversos puntos de la provincia. Estamos distribuyendo jabón y baldes para la higiene. Con los vehículos de la diócesis llevamos agua a más de 80 familias que no pueden desplazarse para conseguirla. En algunas zonas, en vez de distribuir comida directamente, fomentamos proyectos agrícolas para que puedan cultivar las tierras y obtengan sus propios alimentos.
Incluso con los templos cerrados seguimos repartiendo alimentos entre los más pobres, llevamos comida a los numerosos niños de la calle y ofrecemos ayuda espiritual, creando espacios nuevos para anunciar el Evangelio".
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