El
miércoles 25 de septiembre tuvo lugar en el Salón San Francisco de la Iglesia
de los PP. Capuchinos de San Antonio de Pamplona la primera de las charlas
preparadas para la celebración del Mes Misionero Extraordinario en la Diócesis
de Pamplona y Tudela. Mons. Jesús Esteban Sádaba, Obispo emérito de Aguarico
(Ecuador) -sucesor de Monseñor Alejandro Labaka-, y Carlos Azcona Goñi,
misionero en este Vicariato Apostólico, hablaron sobre “El Sínodo para la Amazonía en el contexto del Mes Misionero
Extraordinario” y ofrecieron un emotivo testimonio sobre el martirio de
Alejandro Labaka e Inés Arango, misioneros capuchinos asesinados en el año 1987
y quienes, frente a la explotación de los recursos naturales por parte de las
grandes compañías petroleras, priorizaron la vida de los indígenas y
defendieron sus derechos.
Más de
200 personas se dieron cita para escuchar el testimonio mientras un elevado número
de gente que se había acercado hasta allí no pudo acceder a la sala por
encontrarse repleta.
Durante
la charla, los ponentes afirmaron que el Sínodo para la Amazonía “es para todo el planeta. Todos estamos
implicados en el futuro de este territorio. Todos somos responsables, con
nuestro estilo de vida, del devenir de esta parte del planeta que debería estar
realmente protegida, así como las innumerables tribus que viven allí”.
El Sínodo,
además, dará pistas a la Iglesia sobre muchos temas a afrontar respecto a la
vida y dirección de las comunidades eclesiales. “Europa necesita una reconversión pastoral”.
El
misionero Carlos Azcona invitó a los asistentes a “salir del sueño de la indiferencia”. “Debemos despertar y saber que somos responsables de lo que ocurre
allá”, decía entre cánticos de protesta y esperanza.
Los
religiosos dibujaron la complicada situación que se vive en la Amazonía. “Existen muchos intereses a nivel mundial
por conseguir los recursos en la selva y éstos se están esquilmando
impunemente. Los pueblos indígenas no pueden más. Algunos de ellos están a
punto de extinguirse”. No obstante, expresaron las esperanzas puestas en
este Sínodo de la Amazonía. “Sobre todo,
porque hará ruido acerca de la situación alarmante que se está viviendo allí”.
No
obstante, ambos misioneros dejaron entrever su confianza y optimismo. “El Espíritu actúa a pesar de todo y, como
cristianos, no podemos perder la esperanza. Tenemos motivos para ello y
contamos con que el lema de este Mes Misionero Extraordinario -Bautizados y
enviados- nos haga tomar conciencia de que todo cristiano es misionero y, por
tanto, corresponsable de la labor llevada a cabo por los misioneros en todo el
mundo”.
El
Delegado de Misiones y OMP en Navarra, D. Óscar Azcona Muneta, agradeció a los
presentes su asistencia y compromiso y les invitó a participar en las
actividades previstas para este MME convocado por el Papa Francisco en todo el
mundo.