La revista Misioneros de noviembre se ha hecho eco del impulso que el papa
Francisco quiere dar a la misión con la convocatoria de un “mes misionero
extraordinario” para octubre de 2019. Por ello, ha dedicado el “Editorial” de
este número a este asunto, para anunciar que el Santo Padre “quiere que el
espíritu misionero del desprendimiento, del dejarlo todo para ir a los demás,
especialmente a los más necesitados, lo
inunde todo”. Y para clamar desde esas líneas un “basta ya” a esconderse “en la
seguridad de los propios confines”, “en toda clase de introversión eclesial”,
“en cualquier nostalgia estéril del pasado”.
Las páginas centrales
de la publicación están dedicadas a misioneros y misioneras como el salesiano
Tom Uzhunnalil que, a pesar de estar año y medio secuestrado en manos de los
yihadistas en Yemen, al ser liberado mostró que su fe en Dios no había mermado
un gramo. “Nunca tuve miedo a morir”, dijo. “El Señor –añadió- ha hecho un
milagro en mí, me ha dado otra vida”. Y lo mismo ocurre con el padre Teresito
Suganob o el sacerdote Maurizio Pallú, apresados recientemente en Filipinas y
Nigeria. Estos y muchos más son los “misioneros de la esperanza”, expresión que
Francisco ha acuñado para referirse a aquellos cristianos que arriesgan su vida
para “amar allí donde parece que ya no hay motivo para amar” y “para abrir
espacios de salvación allí donde parece que todo está perdido”.
Misioneros no ha querido olvidar tampoco, en su sección “Primer
Plano”, la trágica situación que han vivido y viven los rohingyas en Myanmar,
un pueblo que “nadie quiere”. Los amargos datos son irrefutables. Según
Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad del país están prendiendo
fuego al norte del estado de Rakhine, en una campaña dirigida a expulsar a este
pueblo, calificada de “limpieza étnica” por el mencionado organismo, así como
por Naciones Unidas. Entre tanto, el Gobierno de la premio Nobel Aung San Suu
Kyi lo niega. Pero lo cierto es que 420.000 rohingyas se han visto obligados a
huir a Bangladesh para malvivir en campos de refugiados.