Este
fin de semana, con la celebración de la Misa del DOMUND, se clausuraron los
actos de la campaña más conocida y querida de Obras Misionales Pontificias.
Exposición: “Alambradas y esperanzas”
Durante
la semana pasada la Delegación de Misiones invitaba al transeúnte a hacer un
alto en el camino en el Centro Mikael de la parroquia San Miguel de Pamplona,
donde la buena voluntad, la fe, el silencio, la oración… encontraban eco en las
imágenes expuestas. Realidades, por desgracias más que conocidas, como la
inmigración, los refugiados, los cristianos perseguidos, se entrelazaban con
los rostros de la misericordia de los misioneros. Los mensajes bíblicos y del papa
Francisco, transmitiendo esperanza,
fueron al mismo tiempo denuncia desde el compromiso con la labor inabarcable de
los misioneros. El Domund, desde luego, es una oportunidad para ser “cómplices”
del amor en mayúsculas.
Vigilia de la luz
En
esta celebración propia del Octubre Misionero, hicimos memoria de todos
aquellos que dan la vida por su fe, de aquellos que se encuentran con barreras
que han levantado nuestros miedos (simbolizadas en una alambrada “abrazada” a
la cruz), y de cómo debemos leer la historia desde Dios para descubrir su
voluntad en medio de esta dura realidad.
La
oración trascurrió al calor de pequeñas velas rojas y blancas entre nombres
concretos, que querían ser símbolo del sufrimiento humano y de la esperanza que
se abre camino entre la herida y la fe, entre el silencio y la Palabra. Los
cantos de la cantautora cristiana Salomé Arricibita aportaron calor y sentido.
En
común-unión con los misioneros navarros y de todo el mundo, oramos con ellos y
por ellos. En comunión con la Iglesia universal oramos con ella y por ella. El
acto supo transmitirnos la siguiente certeza: la misión más que una opción, es
la única manera posible para quien ha sido encontrado y amado por Dios.
Misa del Domund
A
las 12:00h. se celebró en la parroquia de San Francisco Javier de Pamplona, la
misa oficial del DOMUND, televisada por Navarra Televisión. El templo se llenó
de gente y de solidaridad. La celebración fue presidida por D. Francisco Pérez,
Arzobispo, y animada por D. José Mª Aícua, Director de OMP de Navarra, y animada
por los coros parroquiales. Podían identificarse misioneros navarros por toda
la asamblea.
La
parroquia en ese momento fue familia, testigo, fiesta, oración, testimonio,
colaboración, misión… fue un canto de misericordia entonado al unísono.
Al
término de la celebración D. Francisco invitó a los niños a orar por las
misiones y nos recordó a todos que todos podemos ser misioneros: testigos del
amor de Dios, allí dónde nos encontremos o vayamos.