Entre el sol esplendido de la primera Javierada y
nieve, lluvia, viento y un tímido sol en la segunda, un año más, Javier ha sido
punto de encuentro para miles de peregrinos que este año han podido ganar el
Jubileo concedido por el Papa Francisco con motivo del 75 aniversario de las
Javieradas.
Pese a las inclemencias del tiempo, el descenso de
peregrinos ha sido mínimo y la experiencia de los peregrinos, una vez más, fue
unánime: “merece la pena el esfuerzo”. Como signo de este esfuerzo recompensado,
este año los participantes de las Javieradas han recibido la “javierana” que
invita a todo creyente y persona de buena fe a vivir con valentía cristiana: “Que
el ejemplo de San Francisco Javier despierte, en el portador de esta
credencial, el deseo de dar testimonio de la alegría del Evangelio en todos los
ámbitos de la sociedad, donde estamos llamados a ser sal de la tierra y luz del
mundo.”
El Arzobispado de Pamplona y Tudela, desde la
Delegación Diocesana de Misiones, agradece a todas las instituciones oficiales,
ayuntamientos, voluntariado de seguridad y servicios, voluntariado de las
Javieradas, parroquias y conventos, que un año más las Javieradas hayan sido
lugar de fiesta y espiritualidad, encuentro familiar y de fe. Gracias a todos
los que os habéis hecho eco de esta peregrinación a través de los medios y las
redes sociales, en especial agradecemos a Obra Misionales Pontificias el
respaldo que nos ha dado a nivel nacional a estas peregrinaciones tan
misioneras.
Agradecemos la participación del Cardenal D.
Fernando Sebastián que tiene aquí su casa, así como todos los obispos que
normalmente nos acompañan.
Este agradecimiento se hará oficial durante la
entrega de Homenajes el 16 de mayo, coincidiendo con la Javierada
escolar-parroquial.
De la mano de nuestros misioneros, cerca de mil, os
damos las gracias y os animamos a seguir siendo misioneros allá donde valláis: “la
misión, tarea de todos”.