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5 retos que la Web 2.0 y las redes sociales plantea a la Iglesia y su mensaje


Lenguaje

“La nueva era digital requiere cambios en el discurso que presenta la Iglesia, así como en el modo de presentarse y participar en los nuevos ambientes culturales.
La metodología pastoral para la evangelización en la red tiene que utilizar los criterios de la inculturación, fundándose sobre le ejemplo de Cristo en su encarnación. No es la comunicación en red la que debe adaptarse al anuncio del Cristo, es la Iglesia la que debe sumergirse (“encarnarse”) en la comunicación digital.” [1]

“Hay que aportar un lenguaje reflexivo, pero no extenso; un lenguaje que sugiera, pero no agobie; un lenguaje que use la belleza como camino de la vedad a través de la imagen y el sonido; un lenguaje cálido que evite la frialdad. Un lenguaje nuevo.” [2]

“El modelo de comunicación digital pide un cambio del modelo de comunicación de la fe: de un modelo docente a un modelo de conversación. El modelo pedagógico debe tener en cuenta los destinatarios como gente que quiere dialogar, participar, dar su opinión y no solo escuchar, callarse, ejecutar. También se requiere una organización estratégica de los sacerdotes en las parroquias, en la pastoral y en la catequesis. Los pastoralistas deben conocer suficientemente el lenguaje de las nuevas tecnologías que les permita relacionarlas con sus herramientas de trabajo a la hora de organizar actividades específicas en internet y contar con una amplia visión pastoral en la cultura digital.” [3]

“Debemos prestar especial atención al tema del lenguaje; me refiero a nuestros discursos, nuestras formas de comunicar y la terminología que usamos. Todos sabemos que el estilo discursivo del ambiente digital, especialmente del denominado Web 2.0, es conversacional, interactivo y participativo. Como Iglesia estamos acostumbrados a predicar, enseñar y emitir declaraciones –actividades ciertamente importantes-, pero las formas del discurso digital más eficaces son las que involucran individualmente a las personas, buscan responder a sus preguntas específicas y favorecen el diálogo…
…Hoy más que nunca, estamos llamados a escuchar atentamente a nuestros interlocutores, a los varios tipos de audiencia a los que nos dirigimos, entendiendo sus preocupaciones e interrogantes, teniendo en cuenta los contextos y ambientes en los que ellos encontrarán la Palabra de Dios.” [4]

Testimonio

“Los contenidos son fundamentales son fundamentales, pero es en la calidad de nuestras relaciones humanas en la que damos testimonio de una vida reconciliada en Cristo.” [5]

“Las redel sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comprometen a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca a y abierta, responsable y respetuosa del otro.
Comunicar el Evangelio a través de los Medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital…”[6]


“Debemos vencer la tentación de limitarnos a lo que ya tenemos, o creemos tener, como propio y seguro: sería una muerte anunciada, por lo que se refiere a la presencia de la Iglesia en el mundo…
...En estos últimos años, ha cambiado el panorama antropológico, cultural, social y religioso de la humanidad… El campo de la misión ad gentes se presenta hoy notablemente dilatado y no definible solamente en base a consideraciones geográficas; efectivamente, nos esperan no solamente los pueblos no cristianos y las tierras lejanas, sino también los ámbitos socioculturales y sobre todo los corazones que son los verdaderos destinatarios de la acción misionera del Pueblo de Dios.”[7]

“Para testimoniar a Cristo es necesario encontrarse personalmente con él y cultivar esa relación a través de la oración, la eucaristía y el sacramento de la reconciliación, leyendo y meditando la palabra de Dios, estudiando la doctrina cristiana y sirviendo a los demás”. [8]

Encuentro

“Las plataformas de redes sociales constituyen de conjunto una ayuda potencial para las relaciones a la vez que una amenaza. La relación humana no es un simple juego,  y requiere tiempo y conocimiento directo. A la relación mediada por la red le falta siempre un requisito necesario, cuando no arraiga en la realidad…
…Si la red, llamada a conectar, acaba en realidad aislando, entonces se traiciona a sí misma y su sentido. El nudo problemático está en que conexión y participación en red no se identifican con “encuentro”, que es una experiencia muy trabajosa en el plano de la relación.” [9]

“Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en detrimento de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela o en el tiempo libre. En efecto, cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo. La consecuencia es que la persona se aísla, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano”. [10]

“En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos. Los muros que nos dividen solamente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros. Necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto. La cultura del encuentro requiere que estemos dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los otros. Los medios de comunicación pueden ayudarnos en esta tarea, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos. En particular, Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios.” [11]

“La realidad está hecha siempre de relaciones, de nexos, de redes, de tejidos que nos conectan y vinculan. Todo es relacional. Absolutamente todo grita al universo sus mensajes y genera ecos inevitables en la inmensa realidad.” [12]

Silencio-Contemplación

“…Tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar. Necesitamos ser pacientes si queremos entender a quien es distinto de nosotros: la persona se expresa con plenitud no cuando se ve simplemente tolerada, sino cuando percibe que es verdaderamente acogida. Si tenemos el genuino deseo de escuchar a los otros, entonces aprenderemos a mirar el mundo con ojos distintos y a apreciar la experiencia humana tal y como se manifiesta en las distintas culturas y tradiciones.”[13]

“El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideal, sin una oportuna ponderación. Se abre así un espacio de escucha recíproca y se hace posible una relación humana más plena. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestas la persona. En el silencio hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente en él encuentran una forma de expresión particularmente intensa. Del silencio, por tanto, brota una comunicación más exigente todavía, que evoca la sensibilidad y la capacidad de escucha que a menudo desvela la medida y la naturaleza de las relaciones. Allí donde los mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial.
…en el complejo y variado mundo de la comunicación emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo hacer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?. Es importante acoger a las personas que se formulan estas preguntas, abriendo la posibilidad de un diálogo profundo, hecho de palabras, de intercambio, pero también de una invitación a la reflexión y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de respuesta que Dios ha escrito en el corazón humano.”[14]


“Descubre qué silencio te rodea. Déjale que te penetre, a fin de que llegues a ser por ti mismo, cerca de los otros, una palabra que brota del silencio de las germinaciones” (Marcel Légaut) [15]

Proyecto

Por ello es necesario un Plan Pastoral integrado y adecuado a la situación pastoral de la Diócesis.

Principales objetivos de dicho plan pastoral [16]

Conjugar fe y cultura
Hacer que todos sean capaces de conjugar la experiencia de la fe con la nueva cultura mediática, para dar plena realización al mandato de Jesús que nos ha dado al Espíritu Santo para que en todo tiempo y según el lenguaje de cada época se anuncie el Evangelio.

Entender y hablar los nuevos lenguajes mediáticos
Hacer que cuantos tengan responsabilidades en la Iglesia, los ministros, los catequistas y todos los fieles sean capaces de entender, interpretar y hablar el “nuevo lenguaje” de los medios y no se desatiendan del deber de usarlos, junto a las nuevas tecnologías informáticas, para quitar obstáculos al progreso humano y a la proclamación del Evangelio, con una particular atención a las personas más alejadas y en dificultad.

Integrar a los medios con la pastoral
Actuar para que los medios no sean utilizados para dar informaciones, sino también para desarrollar el crecimiento y la maduración de la fe. Esto sucede solo cuando una diócesis, más allá de poseer una visión nueva y orgánica de la comunicación de la fe, se dedica a los medios utilizándolos no de forma aislada, sino en el interno de una estrategia pastoral.

Formar a los agentes de pastoral
Desarrollar el sentido crítico, necesario para una sincera búsqueda de la verdad. En general, la capacidad de los medios para concebir ideas y abrirse a la confrontación se incentiva también en el plano religioso, aún teniendo cuidado para que los contenidos de la fe no se banalicen, se manipulen o se conviertan en espectáculo.

Favorecer la búsqueda de la verdad
Formar comunicadores no aislados, ni agentes de pastoral dispersos, para impulsar con decisión un plan integral de las comunicaciones, sabiendo que comunicar es una dimensión imprescindible de toda actividad o proyecto pastoral.

Compartir los recursos y crear sinergias
Compartir los recursos favoreciendo una sapiente sinergia entre las muchas iniciativas mediáticas. El patrimonio de los medios presentes en la diócesis se integra con las diversas realidades existentes a nivel local, interdiocesano, regional, nacional y en algunos casos también internacional.

Participar en el progreso de los pueblos
Favorecer una comprensión del significado de la nueva era de los medios y de su impacto en el desarrollo de los pueblos y de las culturas, en vistas de una comunidad eclesial que sea capaz de responsabilizarse en los procesos culturales, con compromisos de vigilancia y de real participación en el progreso de los pueblos.

Invertir recursos humanos y económicos
Garantizar los recursos humanos y económicos necesarios al pleno desarrollo de los proyectos, promoviendo la formación cualificada de los agentes, también presbíteros, y haciendo crecer una sana cultura de empresa capaz de ofrecer eficiencia y adecuados perfiles económicos en la gestión de los medios.





[1] Juan Carlos Pinto; “Iglesia digital. Propuesta para una estrategia pastoral”; Ed. San Pablo; 2014; pág. 252
[2] Juan Rubio Fernández; “Evangelizar en el planeta digital. Cómo hacer significativa nuestra presencia en Internet”; Ed. PPC; 2013; pág. 62-63
[3] Juan Carlos Pinto; “Iglesia digital. Propuesta para una estrategia pastoral”; Ed. San Pablo; 2014; contraportada
[4] “La comunicación de la Fe en le horizonte de la Nueva Evangelización”; Mons. Claudio María, siendo presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales; fuente: catholic.net (www.es.catholic.net)
[5] Pontificium Consilium de Communicaitonibus Socialibus; “Iniciativas como iMisión o Evangelización Digital buscan testimoniar la fe en Internet”; Javier Valiente. (Este artículo también se encuentra impreso en el número 2830 de la revista Vida Nueva, escrito por Álvaro Real.
[6] Mensaje para la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales; Benedicto XVI; 2011.
[7] Cita extraída de la homilía que pronunció Benedicto XVI en Oporto el 14 de mayo de 2010.
[8] “Anunciar a Cristo en los medios de comunicación social al alba del Tercer Milenio”; Mensaje para la XXXIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales; Juan Pablo II; 2000.
[9] Antonio Spadaro; “Ciberteología. Pensar el cristianismo en tiempos de la red”; Heder Editorial; 2014; pág 65
[10] “Nuevas tecnologías, nuevas relaciones”. Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales; Benedicto XVI; 2009.
[11] “Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro” Mensaje para la XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales; Papa Francisco; 2014
[12] “Vivir en el alma. Amar lo que es, amar lo que somos y amar lo que son.”; Joan Garriga Bacardí; Ed. Rigden; 2009
[13] “Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro” Mensaje para la XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales; Papa Francisco; 2014
[14] “Silencio y Palabra: camino de evangelización”. Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales; Benedicto XVI; 2012
[15]Experiencia con la soledad.”; Antonio López Baeza; Editorial Narcea; 1994; pág. 154
[16] “Para una pastoral orgánica de las comunidades sociales” del documento Comunicación y Misión, de la Conferencia Episcopal Italiana; Edice 2006.