Hoy nos ha
visitado Simón Azpiroz, misionero navarro, nacido en Pamplona, que lleva más de
seis años en Cuba.
Alegre y
espontáneo, nos visita siempre que viene por “su tierra”. Viene para ver a su
familia, suponemos que una razón más para venir a visitarnos, pues nosotros nos
sabemos su familia junto con los 1003 misioneros que tenemos recorriendo el
mundo en nombre de Dios.
Nos habla de
su trabajo en tres centros asistidos –uno de ellos del estado, puntualiza- y de
la atención pastoral en dos comunidades cristianas. También tiene que sacar
tiempo para la pastoral vocacional, y para… un poco de todo, los misioneros son
así.
Lo que más están
sufriendo los cubanos es la falta de libertad política y económica, nos
comenta. Respecto a la libertad
religiosa, se consiguió mucho con las visitas de los Papas Juan Pablo II y
Benedicto XVI, aunque queda mucho por conquistar.
Encarnar el
Evangelio lleva tiempo, en unos sitios más que en otros, pero el misionero está
para eso, para caminar preferentemente junto a los más necesitados y débiles,
compartiendo con ellos el día a día, en los momentos malos y en los buenos.
Vivir con dignidad es el reto… vivir con la dignidad que procede de Dios es la
esperanza. Mientras tanto, a compartir historia, escasez y fe.
A Simón no le
hacen falta muchas palabras para decirnos que vivir así no es un “sacrificio”
sino un don que te concede Dios.