Nos ha visitado el misionero Tomás Elías Jordán,
salesiano nacido en Fustiñana, con el corazón “enraizado” en Colombia desde
hace 50 años.
Este “navarrico” ejerce su labor misionera desde
2010 en Contratación, un pueblo de la provincia de Santander de Colombia. Dicho
pueblo, nos cuenta, surgió por un grupo de leprosos que, no siendo queridos en
ningún sitio, terminaron conviviendo en un espacio que era “tierra de nadie”. Allí
aprendieron a sobrevivir marginados por su enfermedad, hasta que en 1897 los
salesianos decidieron compartir su suerte. Con el tiempo, ese espacio “desterrado”
se convirtió en el pueblo que es hoy, donde los hermanos salesianos sanan
heridas de la carne y del corazón.
Pero si la vida se entiende mirando hacia atrás, se
vive mirando hacia adelante, por ello, aparte de los Hospitales para el
tratamiento de la lepra, crearon escuelas que acogen a niños y jóvenes de todo
el municipio.
Con pelo cano, y mirada limpia, se levanta y antes
de marchar nos enseña el bolso de tela que lleva al hombro y señala el lema que
tiene grabado: “Contratación tiene magia”.
Una vez más hemos sido testigos de la “magia” del
evangelio.