No resulta fácil, con el ajetreo diario, dedicar un
poco de tiempo a la oración. Encontrar algo de espacio para ponernos delante de
Dios. Las tareas cotidianas van ocupando el día a día y parece que nunca queda
tiempo para parar un poco, y cuando lo conseguimos nos invaden las
distracciones y las tareas que hemos dejado pendientes.
Como cristianos sabemos que la vida entera es lugar
de encuentro con Dios y de “historia de
salvación”, pero no siempre somos
conscientes que la tarea es más de “ser” que de “hacer”. Por eso os recomendamos hoy
una aplicación para el móvil: rezandovoy. Una manera sencilla de rezar un rato mientras
vas al trabajo, en el bus, mientras esperas a…
Ahora que el verano te permite “vivir a otro ritmo”,
puedes ponerte como “misión” personal
robarle un poco de tiempo al tiempo para encontrarte con Dios.
“Desconectar” un poco para estar realmente “conectad@s”…
con Dios, con uno mismo y con los demás.
Eso sí, te recordamos que rezar a diario perjudica seriamente a la indolencia, la desconfianza,
la desesperanza, la pasividad, la tristeza, el individualismo… y se
contagian los efectos. Por lo tanto te
recomendamos rezar sin prudencia en todos sitos, cerrados o abiertos.